Jardiel Poncela visto por
Enrique Gallud Jardiel en 'Jardiel. La risa
inteligente'
DIARIOCRíTICO.COM
15-12-2014
César González
Ruano, maestro de periodistas, escribió
sobre Enrique Jardiel Poncela en los términos más elogiosos al decir de
él que se trata del "humorista más completo que nuestro siglo ha
dado". Se refería, por supuesto al siglo XX, en donde Jardiel
competía en ese proceloso estilo literario del humor con autores coetáneos
de latalla deEdgar Neville, Antonio de Lara -alias Tono-,
Jerónimo y Miguel Mihura, José López Rubio, Ernesto
Polo, Samuel Ros, Juan Pérez Zúñiga, Tomás Luceño,
Manuel Abril, Antonio Robles, Jacinto Miquelarena, Andrés
Álvarez o Antonio Botín Polanco. Todos ellos configuran la
"generación inverosímil", como la llama Enrique Gallud, el autor del libro que
vamos a comentar.
A Enrique Jardiel
Poncela (1901-1952), se le conoce fundamentalmente por su faceta de
dramaturgo y, un poco menos, por la de novelista. En ambos casos, nadie pone en
duda su maestría indiscutible, ni su papel de renovador del humor en nuestro
país. Pero Jardiel Poncela es mucho más que esto y destacó en muchas
otras facetas que le hacen acreedor a aplicarle el término de creador
'poliédrico'.
Ha sido un nieto suyo,
Enrique Gallud Jardiel, profesor, escritor y ensayista, quien acaba de
recordárnoslo a través de un libro, seguramente la mejor forma posible de
hacerlo. Lo ha publicado hace solo unas semanas la editorial Doce Robles
(Zaragoza, 2014). Su título, 'Jardiel. La risa
inteligente'.
Gallud
Jardiel, Doctor en Filología Hispánica, y
nieto del renovador del teatro cómico español, acaba de dedicar este libro a
demostrar lo dicho hasta aquí. Es autor de más de cuarenta títulos sobre
diversos temas de humanidades y especializado en el teatro cómico español. Ya
publicó hace algunos años una extraordinaria biografía, 'Enrique Jardiel
Poncela. La ajetreada vida de un maestro del humor' (Espasa, 2001) y un
amplio y detallado estudio sobre su dramaturgia: 'El teatro de Jardiel
Poncela. El humor inverosímil' (Fundamentos, 2011). Ha realizado además
ediciones de otros aspectos literarios del autor, publicando su 'Poesía
completa' (Hiperión, 2014) y varias colecciones de cuentos cortos, aparte de
muchos otros artículos especializados.
Enrique
Gallud ha accedido a material de primera
mano, textos inéditos, correspondencia personal, manuscritos y gran cantidad de
material gráfico que no se había divulgado hasta el momento y que se presenta
reunido en este volumen. Se trata de una edición cuidadísima, incluso exquisita,
primorosamente maquetada, de lectura apasionante tanto para estudiantes como
para espectadores de teatro, o aquellos lectores sencillamente interesados en
libros tan serios como amenos, tan profundos como sencillos y tan
asequibles a sensibilidades de 15 como de 90 años.
Creo que la edición será
buscada muy pronto por bibliófilos -que, afortunadamente, aún quedan entre
nosotros-, y que hoy pueden adquirir por solo 18 ? en cualquier librería, de
las habitualmente bien surtidas. El libro -de verdad-, es uno de esos ejemplares
que, cogido entre las manos de un lector, todavía le aportan razones palpables
y contundentes para seguir apostando por la coexistencia de ediciones en tinta y
digitales.
Creador
infatigable
Jardiel
Poncela nació en Madrid; residió
temporalmente en Estados Unidos, donde acudió a trabajar como guionista de cine
en Hollywood, pero volvió pronto a su ciudad natal, donde permaneció hasta su
muerte. La primera obra que estrenó fue 'Una noche de primavera sin
sueño' (1927), a la que siguieron 'Usted tiene ojos de mujer fatal'
(1933), 'Angelina o el honor de un brigadier' (1934), 'Cuatro
corazones con freno y marcha atrás' (1936), 'Eloísa está debajo de un
almendro' (1940) y 'Los ladrones somos gente honrada' (1941), entre
otras muchas que alcanzaron gran éxito al tiempo que suscitaban intensas
polémicas.
Jardiel se oponía al antiguo humorismo hispano, -costumbrista y
sentimental- y practicaba un humor inverosímil, lleno de hallazgos deslumbrantes
que de alguna manera anunciaba ya el humor que más tarde se practicaría en las
revistas 'La metralleta' y 'La Codorniz'.
En sus novelas humorísticas
es donde mejor se ve el pesimismo y la complejidad de una obra tan original que
ha habido que esperar hasta la década de 1980 para que se valorara
adecuadamente. Este fenómeno se produjo con motivo de la publicación de sus
'Obras completas' en 1977. Entre sus novelas más destacadas figuran
'Amor se escribe sin hache' (1929), '¡Espérame en Siberia, vida
mía!' (1930) y, sobre todo, 'La tournée de Dios' (1932).
Gallud
Jardiel subraya en el libro la ingente
producción de su abuelo en diversos géneros -artículos, cuentos, conferencias,
guiones radiofónicos o cinematográficos, aparte de sus obras teatrales y
novelísticas-, que demuestran su extraordinaria capacidad de trabajo, de la que
él mismo alardeaba:
"Suelo emplear tres horas en
comidas, abrir cartas y decir que no estoy en casa a las visitas; dos en charlar
con los amigos; una en leer diarios y revistas; tres en leer libros; una en
jugar con el perro y en compras femeninas; ocho o nueve o diez en dormir; dos en
visitas y una en contestar correspondencia. De suerte que -calculando que
permanezco en el café escribiendo ocho o nueve horas diarias- el día tiene para
mí treinta y una horas, lo que no me explico cómo puede suceder. Pero he vuelto
a sumar y la cuenta es exacta".
Tan ameno como
profundo
El cineasta José Luis García
Sánchez firma el prólogo del libro en el que el autor de 'Jardiel. La risa
inteligente' ha dividido su estudio en dos partes. La primera de ellas la
dedica al hombre, y la segunda a su obra. Y termina el volumen con un apéndice
que contiene una relación de todos sus escritos.
En la primera parte,
Gallud escribe acerca de los orígenes familiares de Jardiel
Poncela (quien, por cierto, a pesar de nacer en Madrid, tenía vínculos
familiares muy fuertes con Aragón); de sus inicios como escritor; de su vida
familiar y, también, de su ajetreada vida sentimental; de su carácter y
peculiaridades; de sus viajes a Estados Unidos; de sus amigos y enemigos
literarios; de su independencia política (cuestión esta que le hizo tener
enemigos tanto en el bando franquista como en el republicano); de su actividad
de empresario de espectáculos, o de su desgraciada enfermedad, que le hizo
terminar su vida en la más absoluta miseria.
Por otro lado, al hablar de
la obra del escritor, Gallud aborda el entronque generacional de
Jardiel y su relación con las vanguardias, sus propuestas estéticas y de
la poética del teatro, y muestra numerosos ejemplos de su comicidad verbal, de
su uso del humor de situación o de su intención satírica. Se adentra, así
mismo, en sus maestros e influjos literarios, su aversión por la crítica
literaria; su relación con el mundo del periodismo; la transgresión de sus
novelas; su papel como renovador del teatro cómico español y de su influencia
más allá de los Pirineos; de sus obras cortas (comedietas, cuentos, versos,
artículos y aforismos); de la aportación de Jardiel Poncela al cine, y
de sus seguidores e imitadores, que han engrosado ese movimiento que se ha dado
en llamar el 'jardielismo'.
Un libro, en fin, tan
serio como entretenido, que nos descubre a un Jardiel Poncela autor y
persona, a través del análisis profundo de los distintos aspectos señalados, y
desde la mirada de otro autor, Enrique Gallud Jardiel, también vinculado
al mundo del teatro (director, actor), como su abuelo, que además de su
profundo conocimiento sobre la obra de Jardiel Poncela, ha reunido aquí
cerca de ciento cincuenta documentos gráficos entre fotografías, manuscritos,
portadas de primeras ediciones, dibujos y bocetos del renovador del teatro
cómico en la España del siglo XX. Como dice Gallud, del creador de "un
género propio, el del teatro cómico fantástico, con elementos de parodia y de
gran guiñol. Jardiel inventa su propio teatro, como García Álvarez
inventó el astracán, Valle-Inclán los esperpentos, Unamuno las
nivolas o Manuel Machado los sonites".