El Periódico de Aragón
5-2-2015
Una justa reivindicación del genio de Jardiel Poncela
Enrique
Jardiel Poncela es un autor que para el gran público nunca ha caído en el
olvido, pese a que esa permanencia en la memoria popular apenas pasa de lo
superficial en muchos casos. Tal vez las propias circunstancias de su vida y
obra hayan sido determinantes en esta valoración ligera: Jardiel fue siempre un
espíritu independiente que no estuvo dispuesto a alinearse por motivos de
conveniencia, lo que no le granjeó precisamente simpatías en unos momentos de
la historia de España marcados por la polarización. Por otro lado, gozó de un
enorme éxito con sus comedias, con lo que hubo quien lo identificó con un autor
fácil e intrascendente, una etiqueta que todavía perdura en algunos sectores.
El título de esta biografía que
ahora publica la editorial Doce Robles, Jardiel. La risa inteligente,
es por tanto toda una declaración de intenciones. Su autor, Enrique Gallud
Jardiel, es nieto del biografiado, pero la reivindicación que hace de su
figura, aunque apasionada, no está marcada por el fervor sentimental o familar.
La primera parte del libro, bajo
el epígrafe “El hombre”, repasa la vida de Jardiel, desde su vinculación
juvenil con Quinto de Ebro, de donde era originario su padre, a su vida en
Madrid o sus estancias en Hollywood y Argentina, hasta sus últimos años y su
muerte en circunstancias muy difíciles. Del mismo modo, también se recogen
otros aspectos que arrojan luz para conocer mejor su personalidad, como las
relaciones que tuvo con mujeres y amigos, su papel como empresario teatral o
sus inaprensibles principios ideológicos, que lo hacen un personaje tan
peculiar como atractivo.
La otra gran parte del libro está
dedicada a la obra de Jardiel. En ella, Enrique Gallud analiza más el estilo
que la cronología de su producción literaria, que abarcó teatro, novela, cuento
corto, periodismo e incluso poesía. En todos los géneros plasmó Jardiel su
inteligente y moderna visión sobre la vida y dejó su impronta de inquieto
renovador de formas.
Uno de los alicientes de esta
biografía es que Gallud incorpora numerosas citas del biografiado, de manera
que son las propias palabras de Jardiel las que van guiando al lector por los
hechos y las obras de un autor que siempre merece la pena
reivindicar.
De hecho, siempre es un ejercicio
muy saludable volver a Jardiel, ya sea como espectador de alguna de sus obras
teatrales o como lector de su producción narrativa. En mi propio caso, yo siempre
he sido ferviente seguidor del Jardiel prosista más que del comediógrafo. Mi
primer contacto con él fue cuando encontré, siendo yo aún muy joven, un
ejemplar de El libro del convaleciente en la biblioteca pública de mi
barrio.
Esta es la portada de la edición
de ‘El libro del convaleciente’ en el que descubrí a Jardiel.
Este libro es una miscelánea de
textos cortos y muy variados, en los que Jardiel da rienda suelta a su vena
creativa y humorística. Yo nunca había leído algo así, con historias inverosímiles
contadas con una soltura asombrosa, y me ganaron para la causa jardielesca
inmediatamente. Seguí con Exceso de equipaje, otro libro de
características similares al anterior, y luego ya me adentré en su faceta de
autor teatral.
Sin embargo, a mí el Jardiel que
siempre me ha gustado más es el narrador. Creo que sus novelas están entre los
mejores textos vanguardistas españoles del siglo XX, incluso a pesar de que no
se le considera propiamente un autor de las vanguardias históricas.
Con su humor Jardiel se rió
de convencionalismos y lugares comunes hasta límites insospechados. Un ejemplo
mínimo pero significativo: en la página de créditos de los libros habitualmente
se ponen frases como “Printed in Spain” (si el libro se ha imprimido en España,
claro), así como las típicas sentencias sobre los derechos de autor y la
prohibición de la copia no autorizada. Bien, pues en esa página de El libro del
convaleciente puede leerse:
La
falsificación, la traducción,
la adaptación,el robo y el plagio,
se perseguirán a tiros sobre
motocicletas blindadas y si
es necesario, a cuchillada
limpia, únicos procedimientos
eficaces ya en el mundo.
That is the question
(Qué te crees tú esto.)
by
Enrique Jardiel Poncela, 1951
la adaptación,el robo y el plagio,
se perseguirán a tiros sobre
motocicletas blindadas y si
es necesario, a cuchillada
limpia, únicos procedimientos
eficaces ya en el mundo.
That is the question
(Qué te crees tú esto.)
by
Enrique Jardiel Poncela, 1951
00Hasta en esos detalles fue
Jardiel original.