EL HERALDO DE ARAGÓN
6-2-2015
Jardiel, la risa inteligente.
Calificado por César González Ruano como "el humorista más completo
que nuestro siglo ha dado", admirado y denostado en la difícil época que
le tocó vivir y a la que en tantos aspectos se adelantó, autor teatral,
novelista, poeta, crítico, humorista, narrador, ensayista, guionista y director
cinematográfico e ilustrador, Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 15 de octubre de
1901- 18 de febrero de 1952), es uno de esos
fenómenos literarios que se dan muy de vez en cuando, con una privilegiada
inteligencia al servicio de una obra literaria ingente.
De ascendencia aragonesa (su padre, Enrique Jardiel Agustín, era natural de
Quinto) siempre estuvo muy ligado afectivamente a esta localidad aragonesa.
Tardío fue el reconocimiento de Madrid al escritor; ya entrada la década de los
setenta del pasado siglo se le dedicó una calle y en 2001 una placa
conmemorativa en la casa donde nació en la calle llamada, hoy, de Augusto
Figueroa.
El rescate de tal olvido (o al menos desconocimiento de la íntegra
extensión de su actividad literaria) comienzan a realizarlo, entre otros, los
trabajos de Rafael Flórez Diez, (Jardiel Poncela, Ediciones y
Publicaciones Españolas, 1969), Miguel Martín ( El hombre que mató a Jardiel
Poncela. Planeta, 1997) y fundamentalmente de su nieto, el filólogo Enrique
Gallud Jardiel, intelectual y escritor también de dilatada trayectoria, que ha
dedicado varias publicaciones a estudiar y dar a conocer la obra de su abuelo: Enrique
Jardiel Poncela. La ajetreada vida de un maestro del humor (Espasa 2001), El
teatro de Jardiel Poncela. El humor inverosímil (Fundamentos, 2011), Poesía
completa (Hiperion, 2014),culminándolas con este extenso -e intenso- libro
que nos ocupa y que nos ilustra definitiva y autorizadamente sobre la figura
del escritor, aportando una amplísima documentación inédita sobre diversos
aspectos, personales y literarios, del agitado devenir vital del autor.
Se inicia Jardiel. La risa inteligente, con un amplio estudio sobre
el hombre: orígenes familiares, vínculos con Aragón, formación cultural,
inicios como escritor, vida familiar y sentimental, viajes a Estados Unidos,
rutina creativa, la Guerra Civil...hasta el relato de su enfermedad y miseria,
finalizando con una cronología detallada de su vida. Son destacables multitud
de anécdotas, de sucedidos, de momentos memorables de humor, de sus relaciones
tan especiales con, por ejemplo, Fernando Fernán-Gómez del que recibió apoyo en
su última época. También de su influencia en autores posteriores: Llopis,
Álvaro de Laiglesia, Ruiz Iriarte, Neville, Mihura, Paso, Alonso Millán...
La segunda parte, se dedica a su obra: teatro, propuestas vanguardistas,
novela, aportación al cine y así hasta un extenso apéndice donde se clasifica
cuidadosamente toda su producción de teatro, narrativa, ensayo, guiones,
traducciones, conferencias y obra inédita. Y todo ello adornado con multitud de
fotografías que retratan una época y una manera de vivir que a muchos lectores
podrá parecer lejana pero que no está tan distante en el tiempo. También se
incluyen carteles, ilustraciones y dibujos que nos muestran el universo tan
rico del escritor, del artista, del hombre que incluso pensó -adelantado a su
época- en montajes escénicos inviables entonces pero asumidos hoy,
actualizados, por numerosos directores de escena.
En la faceta poética aparece un autor sorprendente, con una facilidad e
ingenio absolutos para el verso donde surge un Jardiel que desgrana lo mejor de
su sensibilidad. Varios fragmentos de su poesía y de su obra teatral,
adecuadamente intercalados en el texto del libro, nos ilustran y también nos
impelen a conocer más a fondo la realidad literaria de quien, infravalorado en
su época, se mostró contrario a la escena cómica previa y desarrolló con enorme
ingenio un teatro basado en la lógica de lo inverosímil, con gusto por lo
absurdo (Anoto, por ejemplo, una posible influencia de los Hermanos Marx, con
quienes -entre otros muchos artistas de la época- tuvo contacto en Hollywood).
El sarcasmo, la ironía, los personajes disparatados, las situaciones más
increíbles aparecen en escena movidos inteligentemente por este escritor
precursor, en cierto modo azote de su época, con un difícil sobrevivir en la
España de la posguerra, a pesar de sus distinciones (en 1946 su comedia El
sexo débil ha hecho gimnasia fue Premio Nacional de Teatro).
El autor, Enrique Gallud Jardiel, ha construído una obra definitiva,
imprescindible para el conocimiento de la vida y obra de Enrique Jardiel
Poncela y del entorno histórico y social de aquella época y por ello hay que
felicitarle. Cabe hacerlo también con la editorial aragonesa Doce Robles, por
la cuidada edición, hecha con verdadero mimo, arriesgando en tiempos de crisis
para sacar adelante un libro que hay que recomendar muy vivamente, tanto a los
conocedores de Jardiel Poncela, como a quienes se acerquen a este
imprescindible autor sin demasiado conocimiento previo de su trayectoria.
Seguro que se van a encontrar con una agradable sorpresa y desgranarán con creciente
interés las páginas espléndidas de este libro que celebra a alguien que, entre
otras muchas, muchísimas cosas (y termino con unos aforismos para dibujar una
sonrisa en el lector), dijo: Cuando los inteligentes dan traspiés en la
vida, ello obedece a que han supuesto en los demás su misma cantidad de
inteligencia. O también: Hay dos sistemas de lograr la felicidad: uno,
hacerse el idiota; otro, serlo.